Cómo conseguir 1.000 millones en 8 meses; lo imposible es posible con esfuerzo

Menos de un parto. Esto es lo que hemos tardado en duplicar el volumen gestionado durante los 3,5 primeros años de vida de Kantox. ¿Cómo es posible? Con muchas horas de dedicación. Asumiendo riesgos. Ganándonos la confianza que en nosotros depositaron los primeros inversores y clientes – osados y tan locos como nosotros-. Y sembrando la duda y la curiosidad entre incrédulos, escépticos o amantes del status quo.Hoy Kantox está de enhorabuena: hemos alcanzado una cifra simbólica, los 2.000 millones de dólares transaccionados. Y es simbólica porque, ya lo avanzo, no celebraremos los 3.000. Ahora vamos a por objetivos más altos. Más difíciles de alcanzar. Casi imposibles. Kasi, con K de Kantox.Identificar la idea de negocio, estudiar su viabilidad, materializar la plataforma necesaria para desarrollar la idea, conseguir financiación y adaptarnos a los imperativos regulatorios fue lo primero que tuvimos que hacer para que Kantox saliera de casa directa al mercado. Que los primeros clientes hicieran clic en el botón que mandaba su dinero desde la plataforma de un “Kantox” desconocido a su proveedor en otra divisa, y no perecieran de un infarto, fue todo un reto. Ahora puedo deciros con total tranquilidad que esta operación la realiza

n una y mil veces, e incluso operaciones más complejas, habiéndose convertido en poco menos que expertos en divisas. Nuestro sueño era cambiar el sector financiero. Revolucionarlo gracias a las posibilidades que ofrecía la tecnología. Erradicar la sensación de dependencia que tenemos hacia las instituciones financieras tradicionales. Nadie dijo que iba a ser fácil. De momento, hemos logrado que esa cruzada la compartan un equipo de 65 personas y más de 1.600 clientes. Y ahora ya no nos ven como a Don Quijote y Sancho Panza.Kantox ya no es la empresa que pensamos mis socios y yo. Cada vez más es una compañía de todos aquellos que hacen que crezca más de lo que podríamos soñar – y a un ritmo que a veces me cuesta digerir-. La prescripción por parte de nuestros clientes es la base de nuestro crecimiento, esto y la consolidación de un servicio incuestionable, de calidad, y que está sometido al constante escrutinio para adaptarlo a las necesidades de nuestros clientes. Clientes, por cierto, cada vez más diversos tanto en cuanto a sector, como en volúmenes gestionados y estrategia de divisas llevada a cabo.

¿Cómo lo hemos conseguido?

Horas de trabajo, esfuerzo, autocrítica, críticas externas, odiosas comparaciones y una correcta gestión del riesgo son las claves para alcanzar este hito que hoy compartimos con vosotros.Hoy puedo decir con orgullo que uno de nuestros clientes no dudó en apretar la tecla mediante la que aprobaba una operación de 33,6 millones de euros mediante nuestra plataforma –sí, el dedo sí que tembló justo antes de apretar, pero obviaremos este detalle-. Hoy puedo decir que nuestros clientes son los principales fans de Kantox, y los que nos motivan a ampliar las funcionalidades de nuestra plataforma con su feedback.Hoy puedo decir cuando explico, en cualquier parte del mundo, el poder de las Fintech y cómo van a cambiar el mundo en los próximos años ya no me consideran un loco, sino un visionario. Ahora hasta instituciones financieras globales nos piden ayuda para elaborar su estrategia digital y no quedarse estancadas. Se trata de un voto de confianza enorme para nosotros.Sigo durmiendo poco. Sigo preocupándome por consolidar el negocio, ver cómo mejorarlo, atender las necesidades de una empresa que poco tiene que ver con la que creamos hace poco menos de cinco años en un ordenador y una pizarra. Sigo creyendo que el cambio es posible, y que Kantox lo hará posible.